(Salmo de David cuando huyo de Saul)
1 Bendeciré al Señor en todo tiempo; mis labios siempre lo alabarán.
2 Mi alma se gloría en el Señor; lo oirán los humildes y se alegrarán.
3 Engrandezcan al Señor conmigo;
exaltemos a una su nombre.
4 Busqué al Señor, y él me respondió;
me libró de todos mis temores.
5 Radiantes están los que a él acuden;
jamás su rostro se cubre de vergüenza.
6 Este pobre clamó, y el Señor le oyó
y lo libró de todas sus angustias.
7 El ángel del Señor acampa en torno a los que le temen;
a su lado está para librarlos.
8 Prueben y vean que el Señor es bueno;
dichosos los que en él se refugian.
9 Teman al Señor, ustedes sus santos,
pues nada les falta a los que le temen.
10 Los leoncillos se debilitan y tienen hambre,
pero a los que buscan al Señor nada les falta.
11 Vengan, hijos míos, y escúchenme,
que voy a enseñarles el temor del Señor.
12 El que quiera amar la vida
y gozar de días felices,
13 que refrene su lengua de hablar el mal
y sus labios de proferir engaños;
14 que se aparte del mal y haga el bien;
que busque la paz y la siga.
15 Los ojos del Señor están sobre los justos,
y sus oídos, atentos a sus oraciones;
16 el rostro del Señor está contra los que hacen el mal,
para borrar de la tierra su memoria.
17 Los justos claman, y el Señor los oye;
los libra de todas sus angustias.
18 El Señor está cerca de los quebrantados de corazón,
y salva a los de espíritu abatido.
19 Muchas son las angustias del justo,
pero el Señor lo librará de todas ellas;
20 le protegerá todos los huesos,
y ni uno solo le quebrarán.
21 La maldad destruye a los malvados;
serán condenados los enemigos de los justos.
22 El Señor libra a sus siervos;
no serán condenados los que en él confían.
Salmos 34
Nueva Versión Internacional (NVI)
Hay una cosa que me impacta mucho de la vida de David, de su historia y de la forma en que Dios se revelo mediante él. Al leer este salmo es sorprendente la fe que refleja David, pero estaba orando y leí otra parte en el salmo 89 que es la clave de la vida de David...
ResponderEliminar20 He encontrado a David, mi siervo,
y lo he ungido con mi aceite santo.
21 Mi mano siempre lo sostendrá;
mi brazo lo fortalecerá...
8 Mi amor por él será siempre constante,
y mi pacto con él se mantendrá fiel.
29 Afirmaré su dinastía y su trono
para siempre, mientras el cielo exista...
33 Con todo, jamás le negaré mi amor,
ni mi fidelidad le faltará.
34 No violaré mi pacto
ni me retractaré de mis palabras.
wow!!!!! me deja sin palabras el amor tan eterno, permanente y fiel de Dios!!! esta fue la clave de la vida de David, de ese hombre al que la Biblia se refiere como el que era "conforme al corazón de Dios", no fue que David fuera perfecto, o que tuviera mucha fe y se esforzara por tener esperanza, sino que TODO, absolutamente TODO venia de la fidelidad de Dios.
La mejor parte es que nosotros estamos en el mismo lugar de la promesa que Dios le hizo a David, ciertamente no porque lo merezcamos o xq seamos muy geniales, sino porque de esa promesa nació Jesús y nosotros hemos nacido de nuevo en Cristo :D Es por eso que podemos gritar con todas nuestras fuerzas:
---Prueben y vean que el Señor es bueno; dichosos los que en él se refugian----
jaja ya escribi un buen pero me emocioneee! jajajajajaja :P
Es paadre saber que Dios esta junto con los que le temen, es maravilloso recordar los momentos que Dios derrama de su espiritu sobre su iglesia,por lo tanto podemos decir que gracias a su misericordia nos esta formando como un grupo temeroso de El,Hoy podemos estar seguros de que Dios escucha con atencion nuestras suplicas y teniendo en cuanta que aunq fallemos el se encargara de corregirnos de la mejor manera, dejemos nuestro ministerio en EL.
ResponderEliminarES SORPRENDENTE, COMO DIOS ES FIEL EN LOS MOMENTOS CUANDO PARECE NO HABER SALIDA, CUANDO LAS CIRCUSTANCIAS PARECEN QUE NOS REBASARON.EL HECHO DE QUE DIOS SEA FIEL NO TIENE NADA QUE VER CON QUE SEAMOS CRISTIANOS DE MUCHA FE,SI NO QUE EL SU ECENCIA ES SER FIEL Y JUSTO CON LOS LE TEMEN, Y NO AVERGUENZA A LOS QUE DEPOSITAN SU ESPERANZA EN EL DIOS DEL CIELO Y LA TIERRA, CUANDO PARECE QUE NO QUEDA NADA MAS QUE HACER DIOS NOS TRABA DE LA MANO DERECHA PARA NO CAER Y PERDER NUESTRA MIRADA EN SU SANTIDAD Y JUSTICIA
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