miércoles, 31 de octubre de 2012

Tu Perdón


Así me haces sentir, cuando estas junto a mí
Como si todo el mundo, colapsara ante ti

Se desvanece el peso, de todo lo que fui

Y sube como humo, olor fragante a ti

Tú me haces sentir
Pequeño, inocente
Sin culpa, feliz
Completo, cautivo
De tu afecto, de ti

¿Dónde está mi enemigo? ¿Dónde? Quien me acuso
Huyeron despavoridos, al sonido de tu voz

Tú me haces sentir
Pequeño, inocente
Sin culpa, feliz
Completo, cautivo
De tu afecto, de ti

Tu amor nunca me avergonzó
Nunca me dejo expuesto

Nunca me rechazó

No dejó cicatrices abiertas

Me sanó con paciencia

Soportó mi traición  

martes, 30 de octubre de 2012

Ezequiel 47



El hombre me trajo de vuelta a la entrada del templo, y vi que brotaba agua por debajo del umbral, en dirección al oriente, que es hacia donde da la fachada del templo. El agua corría por la parte baja del lado derecho del templo, al sur del altar. 2 Luego el hombre me sacó por la puerta del norte, y me hizo dar la vuelta por fuera, hasta la puerta exterior que mira hacia el oriente; y vi que las aguas fluían del lado sur. 3 El hombre salió hacia el oriente con una cuerda en la mano, midió quinientos metros y me hizo cruzar el agua, la cual me llegaba a los tobillos. 4 Luego midió otros quinientos metros y me hizo cruzar el agua, que ahora me llegaba a las rodillas. Midió otros quinientos metros, y me hizo cruzar el agua, que esta vez me llegaba a la cintura. 5 Midió otros quinientos metros, pero la corriente se había convertido ya en un río que yo no podía cruzar. Había crecido tanto que sólo se podía cruzar a nado. 6 Entonces me preguntó: «¿Lo has visto, hijo de hombre?»
En seguida me hizo volver a la orilla del río, 7 y al llegar vi que en sus márgenes había muchos árboles. 8 Allí me dijo: «Estas aguas fluyen hacia la región oriental, descienden hasta el Arabá, y van a dar al Mar Muerto. Cuando desembocan en ese mar, las aguas se vuelven dulces. 9 Por donde corra este río, todo ser viviente que en él se mueva vivirá. Habrá peces en abundancia porque el agua de este río transformará el agua salada en agua dulce, y todo lo que se mueva en sus aguas vivirá. 10 Junto al río se detendrán los pescadores, desde Engadi hasta Eneglayin, porque allí habrá lugar para secar sus redes. Los peces allí serán tan variados y numerosos como en el mar Mediterráneo.  11 Pero sus pantanos y marismas no tendrán agua dulce, sino que quedarán como salinas. 12 Junto a las orillas del río crecerá toda clase de árboles frutales; sus hojas no se marchitarán, y siempre tendrán frutos. Cada mes darán frutos nuevos, porque el agua que los riega sale del templo. Sus frutos servirán de alimento y sus hojas serán medicinales.

Ezequiel 47:1-12 (NVI)
Ezequiel 47:1-12 (El Mensaje)

martes, 23 de octubre de 2012

Oracion de Jabes



9 Y Jabes fue más ilustre que sus hermanos, al cual su madre llamó Jabes, diciendo: Por cuanto lo di a luz en dolor.
 
10 E invocó Jabes al Dios de Israel, diciendo: !!Oh, si me dieras bendición, y ensancharas mi territorio, y si tu mano estuviera conmigo, y me libraras de mal, para que no me dañe! Y le otorgó Dios lo que pidió.

1 Cronicas 4:9-10 (RRV1960)
1 Cronicas 4:9-10 (NVI)
1 Cronicas 4:9-10 (El Mensaje)

martes, 16 de octubre de 2012

Salmo 119


169 Llegue mi clamor delante de ti, oh Jehová;
Dame entendimiento conforme a tu palabra. 

 
170 Llegue mi oración delante de ti;
Líbrame conforme a tu dicho.

171 Mis labios rebosarán alabanza
Cuando me enseñes tus estatutos.
 
172 Hablará mi lengua tus dichos,
Porque todos tus mandamientos son justicia.


173 Esté tu mano pronta para socorrerme,
Porque tus mandamientos he escogido.

174 He deseado tu salvación, oh Jehová,
Y tu ley es mi delicia.

175 Viva mi alma y te alabe,
Y tus juicios me ayuden.

176 Yo anduve errante como oveja extraviada; busca a tu siervo,
Porque no me he olvidado de tus mandamientos.

Salmo 119:169-176 (RRV1960)
Salmo 119:169-176 (NVI)
Salmo 119:169-176 (El Mensaje)

martes, 9 de octubre de 2012

Salmo 119


153 Mira mi aflicción, y líbrame,
Porque de tu ley no me he olvidado. 


154 Defiende mi causa, y redímeme;
Vivifícame con tu palabra.

155 Lejos está de los impíos la salvación,
Porque no buscan tus estatutos.

156 Muchas son tus misericordias, oh Jehová;
Vivifícame conforme a tus juicios.

157 Muchos son mis perseguidores y mis enemigos,
Mas de tus testimonios no me he apartado.

158 Veía a los prevaricadores, y me disgustaba,
Porque no guardaban tus palabras.

159 Mira, oh Jehová, que amo tus mandamientos;
Vivifícame conforme a tu misericordia.

160 La suma de tu palabra es verdad,
Y eterno es todo juicio de tu justicia.

 

lunes, 1 de octubre de 2012

Salmo 119


Dios, Lo que tú dices se hace
y permanece, es tan permanente como los cielos.
Tu verdad nunca pasa de moda;
Es tan actual como la tierra cuando el sol de levanta sobre ella.

Tu palabra y tu verdad son de fiar como siempre;
eso es lo que Tu ordenaste - tu pusiste a la tierra en marcha.
Si tu revelación no me deleitara tanto como lo hace,
me hubiera rendido cuando vinieron los tiempos difíciles.
Pero nunca olvidare el consejo que Tú me diste;
salvaste mi vida con esas sabias palabras.

Sálvame soy todo tuyo.
Miro arriba y abajo por tus palabras de sabiduría.
El perverso miente y me embosca para destruirme,
pero solo me interesan tus planes para mí.
Veo los límites en todo lo humano,
pero el horizonte no puede contener tus mandamientos!

Salmo 119:89-96 (El Mensaje)
Salmo 119:89-96 (RRV1960)
Salmo 119:89-96 (NVI)