2 Corintios 4:5

Recuerden, nuestro mensaje no es acerca de nosotros mismos; estamos proclamando a Cristo, el Maestro. Nosotros solo somos mensajeros diligentes de Jesus para ustedes. Todo empezó cuando Dios dijo, "!Que se iluminen las tinieblas!" y nuestras vidas se llenaron de luz cuando vimos y entendimos a Dios en el rostro de Cristo, todo brillo y belleza. 

2 Corintios 4:5 (El Mensaje)