lunes, 21 de enero de 2013

Salmo 84

!!Cuán amables son tus moradas, oh Jehová de los ejércitos!
2 Anhela mi alma y aun ardientemente desea los atrios de Jehová;
Mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo.

3 Aun el gorrión halla casa,
Y la golondrina nido para sí, donde ponga sus polluelos,
Cerca de tus altares, oh Jehová de los ejércitos,
Rey mío, y Dios mío.

4 Bienaventurados los que habitan en tu casa;
Perpetuamente te alabarán. Selah

5 Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas,
En cuyo corazón están tus caminos.

6 Atravesando el valle de lágrimas lo cambian en fuente,
Cuando la lluvia llena los estanques.

7 Irán de poder en poder;
Verán a Dios en Sion.

8 Jehová Dios de los ejércitos, oye mi oración;
Escucha, oh Dios de Jacob. Selah

9 Mira, oh Dios, escudo nuestro,
Y pon los ojos en el rostro de tu ungido.

10 Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos.
Escogería antes estar a la puerta de la casa de mi Dios,
Que habitar en las moradas de maldad.

11 Porque sol y escudo es Jehová Dios;
Gracia y gloria dará Jehová.
No quitará el bien a los que andan en integridad.

12 Jehová de los ejércitos,
Dichoso el hombre que en ti confía.
 
Salmo 84 (RRV1960)