Adentro del Muro

Apenas comienza la semana; me siento vencido. No derrotado sino vencido por la forma en que Dios me ha demostrado su amor; todo es tan distinto desde adentro del muro, aun al anochecer la vida tiene un matiz de gozo, y al amanecer se renueva la verdad, esa verdad de ser hijo, la verdad del perdón; vivir adentro es como descubrir toda una nueva gama de colores y sonidos; su luz que lo cambia todo. Siempre pensé que el muro serviría para resguardar de lo externo y es cierto, pero ha servido aun mas para protegerme de mi mismo, de mi intensidad para volver a vivir afuera, en el desamor, la autosuficiencia, la soberbia, la vanidad y todo lo demás que me hacia tan infeliz. Me siento vencido por el amor, el perdón, la gracia, la pasión, la gentileza, la paciencia y la bondad con que mi Padre me ha recibido de este lado del muro, después de tanto batallar al fin puedo abandonarme en los brazos de mi salvador. No hay preocupación, se desvanece en la conversación de confianza en la que tomados de la mano mi Padre me habla del lugar que juntos construiremos para que El pueda habitar; solo aquí, adentro del muro.