Kleber y el hambre

Este fin de semana fui testigo de lo que el hambre hace, y no solo porque vi a Dan y Pony devorar pizza, lo cual fue bastante aterrador, temí perder una mano o un pie. Fue un domingo de mucho trabajo, Kleber (mejor conocido como mi gente, según Pony) y yo no pudimos comer, teníamos muchas cosas por hacer y muy poco tiempo para hacerlas, el no entendía mis claras y precisas instrucciones (:p), y los minutos pasaron muy rápido, pero terminamos a tiempo y supongo que tenia hambre porque cada cinco minutos me preguntaba y lo cito: "¿Unas papitas o unas galletitas mano?", aunque claro que el lenguaje de Kleber nunca es fácil de interpretar; pero el asunto es que teníamos hambre y el decidió expresar su hambre, aunque nunca dejo de trabajar expresaba su hambre, se ocupaba de hacer lo que tenia que hacer porque sabia que solo así podría atender su hambre. Eso me hizo pensar cuantas veces digo tan a la ligera que tengo hambre de Dios pero tengo toda la actitud de alguien satisfecho; satisfecho con lo que tengo, con lo que soy, con lo que conozco de Dios, con el tiempo que le dedico, aun inconscientemente, y pensé en las veces que le he dicho a Dios que tengo hambre pero tengo la actitud de alguien tan lleno que no tiene ganas de mas. Las ultimas semanas me sentía un poco desesperado y no encontraba mi lugar con Dios; no había hecho nada particularmente malo pero sabia que tampoco había hecho algo suficientemente bueno, y me afecto aun físicamente, terminaba de orar y aun me sentía muy necesitado, me sentía totalmente insatisfecho en este mundo; no sabia que pasaba pero en verdad que era desesperante y doloroso. El domingo fue como si Dios me dijera: "Amigo te di todas las pistas pero no entendiste. Es hambre". Claro es hambre! Como no lo pensé antes, todo lo que me hace tan imperfecto son todos los síntomas del hambre; hambre de todo lo que El es y yo no soy. Y es que todo lo demás nos puede llenar por un tiempo, pero nada, absolutamente nada satisface toda nuestra hambre; la mayoría de las cosas solo nos hace sentir llenos pero en realidad estamos vacíos, vacíos pero con todo el sobrepeso de alguien que come chatarra todos los días. Así que busca en lo profundo de lo que eres, entresaca todas las cosas en tu corazón y tu cuerpo, seguramente estas hambriento y ni siquiera lo sabias.