Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia;
Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones.
2 Lávame más y más de mi maldad,
Y límpiame de mi pecado.
Y límpiame de mi pecado.
3 Porque yo reconozco mis rebeliones,
Y mi pecado está siempre delante de mí.
Y mi pecado está siempre delante de mí.
4 Contra ti, contra ti solo he pecado,
Y he hecho lo malo delante de tus ojos;
Para que seas reconocido justo en tu palabra,
Y tenido por puro en tu juicio.
Y he hecho lo malo delante de tus ojos;
Para que seas reconocido justo en tu palabra,
Y tenido por puro en tu juicio.
5 He aquí, en maldad he sido formado,
Y en pecado me concibió mi madre.
Y en pecado me concibió mi madre.
6 He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo,
Y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría.
Y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría.
7 Purifícame con hisopo, y seré limpio;
Lávame, y seré más blanco que la nieve.
Lávame, y seré más blanco que la nieve.
8 Hazme oír gozo y alegría,
Y se recrearán los huesos que has abatido.
Y se recrearán los huesos que has abatido.
9 Esconde tu rostro de mis pecados,
Y borra todas mis maldades.
Y borra todas mis maldades.
10 Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio,
Y renueva un espíritu recto dentro de mí.
Y renueva un espíritu recto dentro de mí.
11 No me eches de delante de ti,
Y no quites de mí tu santo Espíritu.
Y no quites de mí tu santo Espíritu.
12 Vuélveme el gozo de tu salvación,
Y espíritu noble me sustente.
Y espíritu noble me sustente.
13 Entonces enseñaré a los transgresores tus caminos,
Y los pecadores se convertirán a ti.
Y los pecadores se convertirán a ti.
14 Líbrame de homicidios, oh Dios, Dios de mi salvación;
Cantará mi lengua tu justicia.
Cantará mi lengua tu justicia.
15 Señor, abre mis labios,
Y publicará mi boca tu alabanza.
Y publicará mi boca tu alabanza.
16 Porque no quieres sacrificio, que yo lo daría;
No quieres holocausto.
No quieres holocausto.
17 Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado;
Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.
Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.
18 Haz bien con tu benevolencia a Sion;
Edifica los muros de Jerusalén.
Edifica los muros de Jerusalén.
19 Entonces te agradarán los sacrificios de justicia,
El holocausto u ofrenda del todo quemada;
Entonces ofrecerán becerros sobre tu altar.
El holocausto u ofrenda del todo quemada;
Entonces ofrecerán becerros sobre tu altar.
Salmo 51 (RVR1960)
Salmo 51 (La Voz) Recomendado
Hola a todos !!! pienso que este salmo es el perfecto reflejo de nuestra condición humana tan débil, y de cómo nuestra alma siempre esta sedienta del perdón de Dios, de su presencia, y de encontrar nuestro sentido en esta tierra.
ResponderEliminarCuando sentimos que el afan, las agustias del alma, las críticas, el pecado o la ansiedad nos asfixian, es tiempo de volver aa leer estas palabras del Salmo, y recordar que Dios nunca va a ignorarnos o a olvidarnos siempre y cuando tengamos un corazón quebrantado.
El no nos va a desechar ni abandonar. Siempre esta dispuesto a darnos su gozo y su Espíritu.
que Dios los fortalezca...!!
la foto de la entrada es muy inspiradora.!!!
ResponderEliminarEsta muy padre, casi me hace llorar :´( jeje.
ResponderEliminarEs el clamor de muchos y mío, necesitaba ver este pasaje , en verdad lo necesitaba!. "Quiero estar cerca de ti Señor, tú gran y eterno amor quiero yo gozar, llena mi pobre ser, limpia mi corazón, hazme tu rostro ver aun en la aflicción. Mi pobre corazón inquieto esta, por esta vida voy en busca de la paz, mas solo tú la paz me puedes dar y si contigo estoy No temo ya".(fragmento himno cerca de ti-Sarah Flower) me fascina este himno y antes de ver el blog lo escuchaba , después al ver lo que se escribió en el blog se me puso la piel chinita :D . Me gusta el vers. 12 .
Un abrazo Amigos, Buena semana a todos.
Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado;
ResponderEliminarAl corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios...
Yo quiero un espíritu quebrantado
Yo quiero un corazón contrito, humillado
Creo que Dios se puede acercar en medio del quebranto, de nuestro clamor. A veces sentimos que no tenemos nada que cambiar, pero es justo cuando Dios quiere que cambiemos más. Y sólo en medio de ese clamor como el de Victor, el Espíritu Santo viene...
gracias por sus comentarios son inspiradores y nos damos cuenta como Dios quería ministrarnos con este pasaje... un abrazo y esperamos la participación de los demás.
ResponderEliminarMe gusta un buen el versículo 10!
ResponderEliminarCrea en mí, oh Dios, un corazón limpio,
Y renueva un espíritu recto dentro de mí.
Porque me hace darme cuenta que todos los días necesito ser transformada, que nunca soy completamente agradable a Dios y que todos los días debo quebrantar mi corazón y pedirle al Señor por piedad según su misericordia!!
Yo quiero abrir mis labios y que Dios ponga alabanza en ellos....
ResponderEliminarTal y como dice ese versículo es el deseo de mi corazón en este tiempo. Dios ya me abrió la puerta a un nuevo trabajo y estoy muy contentó y feliz por que se que el me lo dio. Y tal cual como dice este versículo yo quiero que suceda en mi vida. Que Dios me utilize como lumbrera en el lugar que el me ha puesto y ojalá puedan orar por mi en ese sentido jeje... Se qué Dios no nos abre camino, conoce nuestras necesidades y nos bendice con cosas como el trabajo, pero anhelo profundamente hoy más que nunca, que la luz de Jesucristo brillé en mi y así, yo refleje esta increíble luz a las personas que me rodean en este nuevo trabajo.
Me gusta mucho :) todo el salmo, pero esta semana el versiculo 8 me gustó más jeje para tener fe en que Dios es quien hace todas las cosas y puede cambiar cualquier cosa.. Es como job decía Dios dio y Dios quito, y aunque el me mate yo le alabare! Y no sufro como job jaja pero lo que sufro el lo surfio conmigo! Es mi deseo que Diosb me limpie del todo y lo pueda mirar superar mi condición otra vez!
ResponderEliminarQue versículos tan increíbles y tan llenos de amor de misericordia.... Señor hazme oír gozo y alegría, crea en mí un corazón limpio y no quites de mí tu santo Espíritu
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