Volver a casa, el llamado supremo, la razón de la
salvación, el proceso diario y divino que debemos seguir; ¿Cuantos pasos damos
hacia adelante y cuantos hacia atrás? ¿Cuándo dejamos de movernos en la dirección
correcta y caminamos con Dios como pretexto en pos de nuestros deseos? ¿Cuándo
damos la espalda a los sueños de Dios y abrazamos los nuestros? Regresar y
conversar con una persona a la que de pronto ignoraste sin razón puede resultar
extremadamente difícil, tal vez las palabras se atropellan, o tal vez el
silencio incomodo es razón suficiente para dejar de intentarlo, sobre todo si
esa persona es quien con amor solo quiere hacerte bien, pero es el amor
verdadero el que soporta esa prueba. Es curioso que generalmente regresemos
cuando no tenemos buenas noticias, cuando todo salió mal, cuando nuestra
inmoralidad nos ha avergonzado o nuestras emociones no pueden más, cuando
nuestras ambiciones nos dieron una estocada por la espalda y caímos derrotados.
Los pasos más firmes en el camino a casa se dan cuando no tenemos nada que
perder, cuando solo queda seguir adelante, cuando abrimos los ojos miramos al
fracaso a la cara y sabemos con seguridad que ya no hay nada que pueda
arrebatarnos, cuando la soledad nos consume como el fuego al aire, cuando los
sueños y logros son solo un pensamiento que se difumina en el dorado y carmesí
camino a casa. ¿Vivir derrotados? !No!, vivir rendidos (2 Corintios 4:7-18) .
Imagino al Señor Jesús caminar la vía dolorosa, imagino el sudor, la sangre, el
cansancio, la soledad, la depresión, el llanto y el silencio pero no la
derrota, solo imagino la rendición, el camino empapado de sangre radiante de perdón,
imagino en su rostro la gloria, imagino el camino difícil, imagino cuanto me
amó.
hola...
ResponderEliminargracias por este pensamiento Cesarín... esta preciosa la reflexión. me encantó
saludos a todos
Me gusta mucho esta reflexión, me dejo pensando el "Vivir rendidos" parece tan dificil de hacer cuando estamos lejos de casa... cuando todo se vuelve a tratar de nosotros...y me hace pensar también como el nos amo tanto que se rindió para darnos la victoria, para volvernos a casa.
ResponderEliminarGracias por escribir esto :)
buena reflexion ... y me imagino que debio haber sida inspirada en alguna parte de la historia del hijo prodigo. en particular siempre me ha conmovido esa historia. creo que todos en algun momento de nuestra vida hemos dado la espalda a Dios y no solo en un determinado momento, seguidamente lo hacemos con nuestras torpezas al caminar diariamente, pero una vez la voz del padre de amor nos llama a RENDIRNOS y creo que Dios demanda siervos que sepan reconocer sus errores y rendirse cada vez que sea necesario, y no siervos "perfectos". nuestra vida de cristianos esta llamada a ser una vida de rendicion en cada momento, reconocer que la misericordia de Dios es la que nos alimenta
ResponderEliminares extaordinariamente bueno Dios por que aun cuando le fallamos o vamos tras nuestros sueños anhelos pensamientos etc el nunca cierra las puertas de su casa las mantiene abiertas esperando que volvamos a su casa y nos da asilo nos vuelve a abrazar y nos cobija con su espiritu simplemente nos hace volver hacia EL con su eterno amor
ResponderEliminarNo hay ningún camino mejor, que el camino a casa. No importa qué tan avergonzado, cansado, desolado, despreciado o sólo se encuentre el ser humano: el camino a casa es la esperanza de que habrá calor, habrá alimento y unos brazos abiertos te dirán: todo está bien, estás conmigo.
ResponderEliminarSeñor, haznos ir a casa cada día.
:)