15 No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.
16 Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.
17 Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
1 Juan 2:15-17
La orden fundamental en este versículo es "No amen al mundo", El no estaba prohibiendo el disfrute de las cosas, aquí mundo quiere decir el malvado sistema mundial en que vivimos, el mundo incluye todo aquello que se opone a Dios y su reino; es el sistema invisible y espiritual que gobierna Satanás, el mundo odia Cristo y a sus seguidores.
Se caracteriza por tres cosas: "Los deseos de la carne, los deseos de los ojos, la vanagloria de la vida" El mundo halaga nuestras pasiones, nuestra visión y orgullo, aviva nuestro egocentrismo y hace que nos concentremos en nuestros deseos, somos tentados por eso y caemos pero eso es parte del viejo y malvado mundo y nosotros somos parte del nuevo mundo que Dios esta formando.
No viviremos eternamente porque hagamos la voluntad de Dios, sino porque somos suyos y hemos recibido vida eterna que se manifiesta en obediencia a El.