Cualquiera que se encuentra de frente con una prueba desafiante y logra soportarlo y salir adelante es poderosamente bienaventurado. Ya que para esa persona lealmente enamorada de Dios, la recompensa es vida y más vida.
Santiago 1:12, 16-18 (El Mensaje)
Así que, muy amados amigos, no sean arrojados fuera del camino. Todo don deseable y de beneficio proviene del cielo. Los dones son ríos de luz, como una cascada que desciende del Padre de la Luz. No hay nada engañoso en Dios, nada de doble cara, nada voluble. Él nos trajo a la vida usando la Palabra de verdad, exhibiéndonos como la corona de todas sus criaturas.
Santiago 1:12, 16-18 (El Mensaje)